DECLARACIÓN DE DE SOCIALISMO 21
España se despeña en la
crisis más grave y profunda de los últimos decenios. La crisis orgánica
del capitalismo combinada con las políticas de ajuste y austeridad impuestas
por la Comisión Europea y el BCE para devolver la deuda a los bancos acreedores
europeos, hunde a la sociedad y a la economía española en un pozo sin fondo.
El paro aumenta sin freno y amenaza convertirse en tragedia,
azuzado por los efectos de una contrarreforma laboral cuyo auténtico objetivo
fue denunciado en la Huelga General y desvelado
por los hechos: una drástica reducción de los costes laborales mediante una
severa devaluación salarial -al cambiar las reglas de juego de la negociación
colectiva a favor de la patronal- y a
través de las medidas que facilitan y abaratan los despidos. ¡Todo vale para
recuperar la competitividad en el exterior tras haber renunciado a los
instrumentos de la soberanía económica!
En medio de un dolor social creciente, del hambre que azota
a amplios sectores sociales y en particular la infancia, cuando el desempleo
supera la cifra de seis millones y deja sin esperanza a la juventud, en una
sociedad que se empobrece por momentos y afecta a sus clases medias, el
estallido de la “bomba” Barcenas ha tenido un efecto telúrico. La tolerancia
social ante la corrupción de épocas pasadas se
ha transformado en irritación, malestar y rabia ante el gran escándalo
que afecta al PP, al gobierno del estado, y a su presidente Rajoy. Un gran
escándalo que simboliza la gota que colma el vaso del regado de escándalos de
los últimos años, meses, semanas y días.
Todas las instituciones son sacudidas por el huracán de la
corrupción. La Monarquía, la Banca y la patronal, los grandes partidos de
gobierno en el Estado y en las comunidades autónomas, el poder judicial, etc.
La colusión de intereses entre gobiernos y poder económico ha salido a la luz
pública. La dialéctica de corruptos y corruptores pone en evidencia al poder de
última instancia…
¿Qué hacer, cuando el gobierno del Estado y su Presidente
Rajoy se “enrocan”, negando evidencias, haciendo oídos sordos a las exigencias de
dimisión en el Congreso de Diputados y al clamor social que exige
responsabilidades?
¿Por qué la ciudadanía tiene que soportar por más tiempo un
gobierno que ha fracasado en sus objetivos de reducir el paro y salir de la
crisis, que ha incumplido sus promesas electorales, que ha mentido una vez tras
otra, que favorece descaradamente a las élites responsable de la crisis, que
perdona el fraude de los ricos y corruptos mediante una amnistía fiscal, que
recorta derechos sociales y laborales, que privatiza los servicios públicos
esenciales, que se arrodilla servilmente ante las exigencias de Angela Merkel y
el resto de poderes oligárquicos de Europa, que roba la democracia a la ciudadanía al firmar tratados y pactos
internacionales infames que traicionan la soberanía y el futuro de la mayoría
social?
El Presidente Rajoy y el gobierno del PP no tienen
legitimidad para gestionar los intereses de la amplia mayoría ciudadana que les
acusa de corrupción y del fracaso en la salida a la crisis. Ante un presidente
autista, que lejos de reconocer sus errores y delitos persiste en la aplicación
de políticas de ajuste y austeridad fracasadas, la ciudadanía, la clase
trabajadora, los pueblos de España tienen todo el derecho a decir basta, a
asumir sus responsabilidades soberanas, a empoderarse y movilizarse hasta
expulsar a Rajoy y su gobierno, así como a todos aquellos gobiernos,
instituciones y poderes co-responsables de la crisis y la corrupción.
No hay tiempo que perder en esta situación que amenaza la convivencia civilizada de nuestra sociedad.
Hemos de recuperar la conciencia del poder ciudadano, la esperanza, la
democracia y liberarnos de un sistema injusto que causa dolor, miseria, y nos
conduce a la barbarie.
Socialismo 21 llama a la ciudadanía, a la clase trabajadora,
a las personas sin empleo, a los jóvenes, al movimiento sindical, a los
movimientos ciudadanos, a las mareas que luchan por los derechos sociales
básicos, a unirse en el objetivo de derribar las bases de este sistema tan
irracional y depravado, de echar abajo
el gobierno corrupto que nos lleva al abismo.
En las próximas convocatorias del 16 de febrero contra los
desahucios, del 23 de febrero con la movilización estatal de las mareas contra
los recortes y por una verdadera democracia, del 13 y 14 de marzo en defensa de
los derechos de la clase trabajadora, etc., debemos exigir a Rajoy y a su
gobierno que se vayan. ¡Hay que mantener el pulso de la movilización hasta echarlos!
Mientras tanto, proponemos
desarrollar un amplio diálogo ciudadano, con la participación del mayor número
de entidades sociales, políticas y ciudadanas, con el objetivo de elaborar el
programa que nos permita salir de la crisis, que ponga la economía al servicio
de las personas y no de los banqueros y la patronal, que impida la
privatización y degradación de los servicios públicos, que rompa con los
tratados europeos que nos imponen las políticas de ajuste, austeridad y recorte
de los derechos sociales y laborales, que suspenda el pago de la deuda
ilegítima y odiosa, que aplique las medidas de urgencia para reducir
drásticamente el desempleo y la pobreza, 30 horas semanales de trabajo sin
reducción de salario, una renta garantizada ciudadana para cubrir dignamente
las necesidades mínimas de las personas, y la imposibilidad de desahuciar a los
millones de ciudadanos atrapados por la crisis.
Junto al programa para la salida de la crisis en beneficio
de la mayoría social y ciudadana es necesario avanzar en el proceso
constituyente que ponga fin a un régimen caduco, que entierre una constitución
obsoleta y conculcada tras la reforma del artº 135, que permita recuperar la soberanía y
conquistar la democracia económica, que edifique una casa común libremente
compartida para superar cualquier motivo de opresión sobre las naciones del
Estado español. , etc.
El fin del gobierno de Rajoy, debe abrir paso al fin del
régimen de la monarquía borbónica, y con ello a la convocatoria de una Asamblea
Constituyente que recogiendo las propuestas populares elabore una nueva
constitución.
Hay que avanzar en la conformación de un amplio movimiento
social y ciudadano –que el Frente Cívico en proceso constituyente puede representar-
de carácter alternativo al poder y orden existentes, capaz de abrir una vía de
esperanza a la ciudadanía, para salir de la crisis y generar una sociedad con más
bienestar, justicia, democracia e igualdad.
¡¡DESALOJEMOS DEL PODER A LOS CORRUPTOS Y EL FASCISMO!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario