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martes, 8 de marzo de 2011

8 DE MARZO. DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA


Un mensaje de la Marcha Mundial de las Mujeres Arrancamos el 2011 con esperanza y revolución en nuestros corazones y mentes, mientras apoyamos las luchas por la autodeterminación y democracias participativas en el norte de África y el mundo árabe.

Los pueblos de Argelia, Bahrein, Egipto, Irán, Libia, Marruecos, Túnez y Siria han demostrado que los levantes masivos de mujeres y hombres tienen el poder de derrocar gobiernos y dictaduras. Las voces de las mujeres son cruciales para la construcción del pueblo, y en este Día Internacional de las Mujeres, renovamos el compromiso de luchar junto a nuestras compañeras para asegurar su participación activa en los procesos de transición de sus países.


Pasado un año del lanzamiento de la 3ra Acción Internacional, nosotras – feministas y activistas de la Marcha Mundial de las Mujeres – seguimos marchando, resistiendo, y construyendo alternativas. Renovamos nuestro compromiso organizarnos colectivamente hasta que todas nosotras seamos libres de la opresión y discriminación con las que lidiamos como mujeres. Tenemos el compromiso de fortalecer, consolidar y expandir nuestro movimiento de base, permanente, alrededor del mundo.


Nos desafía la necesidad de analizar, construir y fortalecer los vínculos entre nuestros Campos de Acción – Trabajo de las mujeres (por autonomía económica); Violencia hacia las mujeres; Bien común y servicios públicos; Paz y desmilitarización – en nuestra lucha por autonomía sobre nuestras vidas, cuerpos, nuestros cuerpos y territorios.


Las acciones que realizamos como parte de la 3ra Acción Internacional hicieron estos vínculos aún más explicitas y visibles: los intereses económicos de las corporaciones internacionales y los intereses geo-políticos de gobiernos que son combustibles para los conflictos (como en la República Democrática del Congo y en Colombia); el uso sistemático de la violencia hacia las mujeres como arma de guerra en estos conflictos; la explotación del trabajo productivo y reproductivo y del medio-ambiente para fortalecer el patriarcado y el racismo para proteger el capitalismo de su crisis sistémica; la privatización de los servicios públicos y de los recursos naturales; y la promoción del “capitalismo verde” para seguir maximizando la riqueza y las ganancias.


Son las acciones locales, nacionales y regionales concretas en distintos países que dan el significado a estas ligaciones entre nuestros Campos de Acción. Cuando hacemos protestas delante de bases militares extranjeras o instalaciones militares en nuestros países, o cuando hacemos acciones directas para hacer presión en nuestros gobiernos para que disminuyan los presupuestos militares, estamos diciendo “¡Basta!” a la militarización de nuestras comunidades y sociedades.


Cuando nos movilizamos delante de embajadas, nuestra solidaridad es traducida en acciones en nombre de nuestras compañeras que están encarceladas, torturadas, estupradas y criminalizadas en otros países. Cuando hacemos escuchar nuestras voces fuertes, cuando estamos visibles y irreverentes en las calles, estamos desafiando el sistema patriarcal donde los espacios naturales de las mujeres son la casa y la familia.


Cuando exigimos salarios iguales para trabajos iguales y derechos laborales, estamos luchando por condiciones de trabajo justas para todas las compañeras exploradas en el sistema globalizado y capitalista.


Cuando resistimos las falsas soluciones para el cambio climático (el mercado de carbono, los agrocombustibles, REDD, etc), estamos demostrando que no podemos aceptar la destrucción de pueblos y de nuestro planeta mientras las grandes empresas siguen contaminando y destruyendo.


Cuando nos movilizamos en contra a las corporaciones mineras transnacionales que tienen sus sedes en los países europeos y norte-americanos, estamos mostrando que no aceptamos la explotación del medioambiente y de los pueblos en los países donde la economía es dependiente de la exportación de metales y minerales.


En un mundo globalizado y de libre-mercado, el sistema capitalista y patriarcal no tiene fronteras, mientras pueblos son controlados adentro de espacios confinados, o forzados a huir de sus territorios ancestrales. Seguimos en solidaridad con nuestras compañeras y compañeros – en Sahara Occidental, Palestina, el mundo Árabe y el medio oriente, en Costa do Marfil, Honduras, Kurdistán y México – luchando por el control y descolonización de sus tierras y sus recursos naturales, para terminar con la explotación de sus pueblos, por la paz y en contra los conflictos y la militarización. ¡No nos callaremos con balas, bombas y agresiones!.


El 8 de Marzo es un día histórico para la lucha de las mujeres y en el calendario feminista y ¡estaremos, una vez más, en las calles para protestar, denunciando y celebrando las victorias que tendremos en el 2011! ¡Seguiremos en marcha hasta que todas seamos libres!


MÁS RECURSOS Y MENOS DISCURSOS Contra el patriarcado y el capitalismo, MOVILÍZATE En los últimos tiempos, el 8 de Marzo viene siendo tratado -desde la televisión y la Administración- como una fiesta simbólica más que como un día de lucha. Pero no hay nada que festejar: la situación de las mujeres no es precisamente un lecho de rosas.

Este 8 de Marzo viene marcado por la crisis económica y las contrarreformas que el Gobierno ha aprobado recientemente para hacernos pagar la factura de la misma. La reforma laboral y el pensionazo, justo a los recortes en los gastos sociales, han significado el mayor golpe a los derechos sociales desde el franquismo.

Si las consecuencias de la crisis del capitalismo son aún mayores para las mujeres debido a las desigualdades históricas que sufrimos, las medidas gubernamentales nos ponen directamente en el punto de mira, recortando nuestros derechos como trabajadoras y agudizando nuestra discriminación como mujeres.

2010 nos dejó con una tasa de desempleo record. Casi tres de cada diez andaluzas en edad de trabajar no encuentran un empleo en nuestra comunidad: 525.300 mujeres en paro según la última EPA. De esta forma, la tasa de paro femenina se situó en un 30,34% en Andalucía, diez puntos más que la media del estado.

Las mujeres seguimos sufriendo el azote de la precariedad estando a la cabeza en cuanto a la contratación a tiempo parcial y somos casi el 90% de la plantilla de las profesiones y ramas laborales más precarizadas: telemarketing, limpieza, cuidado de menores y personas enfermas... Además, percibimos un salario inferior, entre un 16% y un 21%, para el mismo puesto de trabajo. Todo esto con la reciente reforma de las pensiones, firmada por el Gobierno, el empresariado, UGT y CC.OO., va a dificultar enormemente que tengamos una jubilación digna. Una situación que van a sufrir especialmente las mujeres del mundo rural, ya que, la desaparición del REASS va a significar la imposibilidad de cotizar para una futura jubilación.

La discriminación laboral, en su mayor parte debido a la baja por maternidad y al cuidado de menores, familiares dependientes, sigue siendo una espada de Damocles para muchas mujeres. Todavía hoy somos muchas las que en Andalucía somos discriminadas a la hora de ser contratadas por esta razón.

Además, de cobrar menos, sigue recayendo sobre nosotras el peso de la conciliación de la vida familiar con la laboral teniendo graves dificultades para hacerlo. Seguimos soportando casi en exclusiva las tareas del hogar, con lo que continúa la doble jornada. Situación que se agudiza en el colectivo de mujeres cuidadoras. En este sector, las mujeres ocupan el 80%, las cuales además de las tareas del hogar dedican una jornada laboral de 24 horas al día, sin descansos ni festivos, para el cuidado de una persona dependiente.

Igualmente dramática es la situación de injusticia social y laboral de la población femenina inmigrante. Este colectivo se encuentra actualmente desfavorecido doblemente, por ser mujer y por ser inmigrante, padeciendo en muchos casos, pobreza, economía sumergida, acoso laboral, precariedad, desconocimiento de la lengua, prostitución e innumerables injusticias.

Persiste, también, la tragedia del terrorismo machista que sigue agrediendo y asesinando a mujeres a pesar del incremento en las denuncias. Somos conscientes de que en esta sociedad, en este sistema, en el que todo se mide por el beneficio económico, es imposible el fin de la opresión de la mujer, ni de otros colectivos. Pero, mientras que trabajamos por la transformación de la sociedad, es necesario también salir a pelear por soluciones del aquí y del ahora, por ello EXIGIMOS: - Derogación de la reforma laboral y el pensionazo. - No a las privatizaciones, defensa de los servicios públicos, incremento de los gastos sociales. - Reparto del trabajo. Reducción generalizada de la jornada, sin pérdida de salario y prestaciones. - A igual trabajo, igual salario. Ninguna discriminación laboral. Plan de Igualdad por ley en todas las empresas públicas y privadas. - Un plan de medidas sociales contra la violencia de género que contemple medidas de inserción laboral, de acceso a la vivienda y ayudas para el mantenimiento de los hijos e hijas. - Plan de Obras Públicas destinado a la socialización del trabajo doméstico que contemple medidas y recursos de apoyo, como guarderías infantiles y otros centros especializados, al servicio de los modelos de crianza y cuidados que decidamos construir y no al servicio del mercado. - Plan especial de protección de la mujer rural que implique la no desaparición del REASS, la restitución de los derechos vulnerados por el decretazo, la reforma agraria y el acceso de las mujeres trabajadoras a la explotación de la tierra mediante cooperativas. - Equiparación en derechos laborales y de Seguridad Social para las trabajadoras domésticas. - Derogación de la Ley de Extranjería. Regulación inmediata de las trabajadoras y trabajadores inmigrantes sin papeles. - Reconocimiento legal de la contribución económica de las mujeres en los trabajos no considerados como productivos (crianza, cuidado, tareas domésticas, etc.) - Plan de Medidas para democratizar los medios de comunicación y la educación y evitar los mensajes que atenten contra la dignidad de las mujeres. Este 8 de marzo se cumplen 100 años desde que el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez en marzo -aunque fue 19, el primer 8 de marzo se celebró en 1914. En Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, hubo mítines a los que asistieron más de un millón de personas, que exigieron para las mujeres el derecho de voto y el de ocupar cargos públicos, el derecho al empleo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral. Fue en respuesta al llamamiento de la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, cuyas dirigentes fueron las revolucionarias Clara Zetkin y Alejandra Kollontai. Como ellas, desde el SAT trabajamos y luchamos contra el patriarcado y el capitalismo, por la transformación socialista de la sociedad, único camino para la auténtica emancipación de las mujeres.

Andalucía, 8 de marzo de 2011 ¡¡ MUEVETE, LUCHA, REIVINDICA TUS DERECHOS!!

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