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viernes, 15 de febrero de 2013

¡ABAJO LOS GOBIERNOS DE LA CORRUPCION, LA CRISIS Y EL PARO INTERMINABLES!




DECLARACIÓN DE DE SOCIALISMO 21

España se despeña en la  crisis más grave y profunda de los últimos decenios. La crisis orgánica del capitalismo combinada con las políticas de ajuste y austeridad impuestas por la Comisión Europea y el BCE para devolver la deuda a los bancos acreedores europeos, hunde a la sociedad y a la economía española en un pozo sin fondo.

El paro aumenta sin freno y amenaza convertirse en tragedia, azuzado por los efectos de una contrarreforma laboral cuyo auténtico objetivo fue denunciado en la Huelga General  y desvelado por los hechos: una drástica reducción de los costes laborales mediante una severa devaluación salarial -al cambiar las reglas de juego de la negociación colectiva a favor de la patronal-  y a través de las medidas que facilitan y abaratan los despidos. ¡Todo vale para recuperar la competitividad en el exterior tras haber renunciado a los instrumentos de la soberanía económica!

En medio de un dolor social creciente, del hambre que azota a amplios sectores sociales y en particular la infancia, cuando el desempleo supera la cifra de seis millones y deja sin esperanza a la juventud, en una sociedad que se empobrece por momentos y afecta a sus clases medias, el estallido de la “bomba” Barcenas ha tenido un efecto telúrico. La tolerancia social ante la corrupción de épocas pasadas se  ha transformado en irritación, malestar y rabia ante el gran escándalo que afecta al PP, al gobierno del estado, y a su presidente Rajoy. Un gran escándalo que simboliza la gota que colma el vaso del regado de escándalos de los últimos años, meses, semanas y días.

Todas las instituciones son sacudidas por el huracán de la corrupción. La Monarquía, la Banca y la patronal, los grandes partidos de gobierno en el Estado y en las  comunidades autónomas, el poder judicial, etc. La colusión de intereses entre gobiernos y poder económico ha salido a la luz pública. La dialéctica de corruptos y corruptores pone en evidencia al poder de última instancia…
¿Qué hacer, cuando el gobierno del Estado y su Presidente Rajoy se “enrocan”, negando evidencias,  haciendo oídos sordos a las exigencias de dimisión en el Congreso de Diputados y al clamor social que exige responsabilidades?
¿Por qué la ciudadanía tiene que soportar por más tiempo un gobierno que ha fracasado en sus objetivos de reducir el paro y salir de la crisis, que ha incumplido sus promesas electorales, que ha mentido una vez tras otra, que favorece descaradamente a las élites responsable de la crisis, que perdona el fraude de los ricos y corruptos mediante una amnistía fiscal, que recorta derechos sociales y laborales, que privatiza los servicios públicos esenciales, que se arrodilla servilmente ante las exigencias de Angela Merkel y el resto de poderes oligárquicos de Europa, que roba la democracia  a la ciudadanía al firmar tratados y pactos internacionales infames que traicionan la soberanía y el futuro de la mayoría social?

El Presidente Rajoy y el gobierno del PP no tienen legitimidad para gestionar los intereses de la amplia mayoría ciudadana que les acusa de corrupción y del fracaso en la salida a la crisis. Ante un presidente autista, que lejos de reconocer sus errores y delitos persiste en la aplicación de políticas de ajuste y austeridad fracasadas, la ciudadanía, la clase trabajadora, los pueblos de España tienen todo el derecho a decir basta, a asumir sus responsabilidades soberanas, a empoderarse y movilizarse hasta expulsar a Rajoy y su gobierno, así como a todos aquellos gobiernos, instituciones y poderes co-responsables de la crisis y la corrupción.
No hay tiempo que perder en esta situación que amenaza  la convivencia civilizada de nuestra sociedad. Hemos de recuperar la conciencia del poder ciudadano, la esperanza, la democracia y liberarnos de un sistema injusto que causa dolor, miseria, y nos conduce a la barbarie.
Socialismo 21 llama a la ciudadanía, a la clase trabajadora, a las personas sin empleo, a los jóvenes, al movimiento sindical, a los movimientos ciudadanos, a las mareas que luchan por los derechos sociales básicos, a unirse en el objetivo de derribar las bases de este sistema tan irracional  y depravado, de echar abajo el gobierno corrupto que nos lleva al abismo.   

En las próximas convocatorias del 16 de febrero contra los desahucios, del 23 de febrero con la movilización estatal de las mareas contra los recortes y por una verdadera democracia, del 13 y 14 de marzo en defensa de los derechos de la clase trabajadora, etc., debemos exigir a Rajoy y a su gobierno que se vayan. ¡Hay que mantener el pulso de la movilización hasta echarlos!
Mientras tanto,  proponemos desarrollar un amplio diálogo ciudadano, con la participación del mayor número de entidades sociales, políticas y ciudadanas, con el objetivo de elaborar el programa que nos permita salir de la crisis, que ponga la economía al servicio de las personas y no de los banqueros y la patronal, que impida la privatización y degradación de los servicios públicos, que rompa con los tratados europeos que nos imponen las políticas de ajuste, austeridad y recorte de los derechos sociales y laborales, que suspenda el pago de la deuda ilegítima y odiosa, que aplique las medidas de urgencia para reducir drásticamente el desempleo y la pobreza, 30 horas semanales de trabajo sin reducción de salario, una renta garantizada ciudadana para cubrir dignamente las necesidades mínimas de las personas, y la imposibilidad de desahuciar a los millones de ciudadanos atrapados por la crisis.
Junto al programa para la salida de la crisis en beneficio de la mayoría social y ciudadana es necesario avanzar en el proceso constituyente que ponga fin a un régimen caduco, que entierre una constitución obsoleta y conculcada tras la reforma del artº 135,  que permita recuperar la soberanía y conquistar la democracia económica, que edifique una casa común libremente compartida para superar cualquier motivo de opresión sobre las naciones del Estado español. , etc.

El fin del gobierno de Rajoy, debe abrir paso al fin del régimen de la monarquía borbónica, y con ello a la convocatoria de una Asamblea Constituyente que recogiendo las propuestas populares elabore una nueva constitución.
Hay que avanzar en la conformación de un amplio movimiento social y ciudadano –que el Frente Cívico en proceso constituyente puede representar- de carácter alternativo al poder y orden existentes, capaz de abrir una vía de esperanza a la ciudadanía, para salir de la crisis y generar una sociedad con más bienestar, justicia, democracia e igualdad.


¡¡DESALOJEMOS DEL PODER A LOS CORRUPTOS Y EL FASCISMO!!

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